Lo puedo recomendar, me encantó ese libro. Uno de estos libros en los que te quedas enganchada leyendo, estando tan metida en la historia que te olvidas dónde estás sentada....
1984 sitúa su acción en un Estado totalitario. Como explica O'Brien, el astuto y misterioso miembro de la dirección del partido dominante, el poder es el valor y único: para conquistarlo no hay nada en el mundo que no deba ser sacrificado y, una vez alcanzado, nada queda de importante en la vida a no ser la voluntad de conservarlo a cualquier precio. La vigilancia despiadada de este Superestado ha llegado a apoderarse de la vida y la conciencia de sus súbditos, interviniendo incluso y sobre todo en las esferas más intimas de los sentimientos humanos. Todo está controlado por la sombría y omnipresente figura del Gran Hermano, el jefe que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo dispone. Winston Smith, el protagonista, aparece inicialmente como símbolo de la rebelión contra este poder monstruoso, pero conforme el relato avanza está cada vez más cazado por este engranaje, omnipotente y cruel. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo XX.
Se me ponen los pelos de punta de solo pensar que pudiese haber un estado así. No hace falta un estado totalitario - en una secta se puede llegar a vivir cosas muy parecidas - el control sobre la vida del otro - de sus tendencias, forma de pensar, de vivir, ect, en cuánto más sepa, más sabe, como lavarte el coco e influenciar sobre tí. Bueno - lean este libro - ¡Es genial! Una manera de ver qué importante es la libertad de expersión, de sentimientos y de forma de vida individual!
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